Cinco claves para acabar con el estrés con ayuda de la música

Mia P. Salazar
Que vamos estresados con el trabajo y con la familia, no es ningún secreto. La mayoría de la población se siente sobrepasada por el nivel de exigencia que nos pide conciliar la vida privada y profesional. La clave está en encontrar herramientas sencillas -como Meloom- que nos ayuden a gestionar esos niveles de estrés para cambiar la actitud frente a ese tsunami que hace que acabes gritando a los niños, o que te dejes llevar por el pesimismo.

Si quieres probar algo nuevo para encontrar balance y poder empezar a disfrutar más de tu día a día, aquí te damos cinco claves sobre por qué aprender a tocar un instrumento es la solución perfecta.

1. Está demostrado que tocar música reduce el estrés y aumenta el placer

Es absolutamente espectacular cómo estudio tras estudio se demuestra que los niveles de cortisol (la hormona del estrés) se ven reducidos drásticamente por la música. 

Y es que los humanos siempre hemos hecho música, por eso simplemente al hacerla el cerebro siente que recupera una actividad vital. Y enseguida se siente seguro y tranquilo. 

Por esta misma razón, libera dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas (las denominadas “hormonas de la felicidad”). Si esto ya sucede al escuchar música que nos gusta, imagínate cómo reacciona tu cerebro al tocar tu canción favorita. Por eso, en Meloom siempre estamos pendientes de tus gustos y de que aprender a tocar no sea frustrante, para que tú simplemente sientas cómo mejora tu bienestar.

2. Tocar es un tipo de meditación 

Tomar consciencia del presente, reducir la ansiedad, bajar el ritmo cardíaco, aumentar la creatividad, explorar ideas, coordinar cuerpo y mente, mejorar tu salud: Todos sabemos que la meditación consigue todo eso y más. 

Pero si eres como yo y te cuesta estar en silencio, igual es porque tu meditación debe ser “activa”. ¿Y sabes cuales son algunas de las meditaciones activas más populares? El ganchillo, la cerámica, la pintura, hacer ejercicio y (¡chorprecha!) tocar un instrumento. Y es que hacer música con la guitarra, el ukelele o el instrumento que tú elijas, además de darte el placer de hacer algo con las manos, te aporta entrar en estado de “flow”, de estar “en la zona”, que es eso tan importante que consigue la meditación: quedarte en el presente para alinearte contigo. Y ojo con el estado de flow, porque produce mejores ideas y aumenta hasta la autoestima. Y la música, señores y señoras, es todo flow.

3. Regula el sueño

La falta de sueño es como un pez que se muerde la cola. Si sufres estrés duermes peor y descansas menos, y esto lleva a que tu estrés aumente. La música puede acabar con ese círculo vicioso. Si tocas regularmente, sentirás mayor relajación, dormirás mejor y como consecuencia reducirás el estrés de forma natural. Ni tila, ni tilo: Un La Mayor y un Mi menor, diez minutos al día. Tienes todas las notas y acordes en tus cursos de Meloom. Tómatelo como una medicina y duerme como una estrella del rock.

4. Te ayuda a expresar emociones y te autorregula. 

A veces el problema es que nos cuesta dormir porque llegamos a la cama habiendo dejado cosas sin decir, o enfados sin resolver. Nuestras emociones nos dominan. Y si no las expresamos no podemos descansar. ¿Y qué hace la música? Te ayuda a conectar con esas emociones y te ayuda a canalizarlas. Por eso te alivia el alma. 

Y por esa misma razón, un músico enamorado es lo más pesado que existe. Pues ese sinvivir del amor, sólo se canaliza con música y los deja dormir un rato para nuestro descanso vital. 

5. Te ayuda a encontrar tu autenticidad.

Si has hecho el típico curso de crecimiento personal en el trabajo te habrán dicho eso de que debes potenciar tus cualidades y trabajar con tu voz más personal. ¿Pero cómo se saca eso? 

Una cosa muy interesante de la música es que no hay dos músicos que suenen igual. Y eso es porque cada uno tiene su manera única de expresarse. 

Haciendo música podemos conectar con nuestra personalidad, con aquello que nos hace únicos, de una forma muy sencilla. No se trata de componer un disco. Se trata de dedicar tiempo a conectar contigo y con tu esencia. Y solamente tocar un par de acordes, diez minutos al día, te va a llevar a ese espacio de autenticidad que seguramente tienes desconectado. Por eso Meloom te ofrece clases cortitas y sencillas, para que tú sólo tengas que enchufarte a tu alma. 

Así que no te lo pienses. Si esto resuena contigo, te invito a que pruebes a tocar un instrumento y acabes con el estrés de una vez por todas. Y de paso, abras la puerta a conectar contigo y a estar más en sintonía con tus emociones. A mi me suena a planazo para este año. 

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